Envejecimiento Facial

El envejecimiento facial es un proceso natural que todos experimentamos, es complejo e involucra varios cambios tanto en la superficie como en las estructuras más profundas del rostro, influenciadas por factores genéticos, ambientales y por el estilo de vida, destacamos aquellos que se deben a:

  • Pérdida de grasa facial: con el tiempo, los compartimentos de grasa fundamentalmente mejillas y alrededor de los ojos  se reducen y se redistribuyen, lo que lleva a una perdida de volumen y que el rostro se vea más delgado.
  • Reabsorción ósea: la perdida gradual de la densidad ósea puede tener implicaciones estéticas y funcionales en la forma y estructura del rostro, al disminuir el soporte de tejidos blandos y afectar la proyección y prominencia de ciertas áreas del rostro, como los pómulos, órbitas y mentón alterando la armonía facial y la percepción de la edad. 
  • Flacidez de la piel: la producción de colágeno y elastina disminuye, lo que resulta en una piel menos elástica, formación líneas de expresión y de arrugas, causando una reducción de la capacidad de la piel para recuperar su forma original y resistir la gravedad.
  • Factores externos: la exposición al sol, el tabaquismo, la alimentación y el estrés pueden acelerar los procesos de envejecimiento provocando la degradación de las fibras de colágeno y elastina, así como la formación de radicales libres que dañan las células de la piel.


 

RECUERDA cada persona envejece de manera única y los factores como la genética, la exposición al sol, el tabaquismo, la alimentación y el cuidado de la piel pueden influir en cómo se manifiestan estos cambios. 

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